Whole Kitchen, en su Propuesta Salada para el mes de septiembre, nos invita a preparar un clásico de la cocina italiana, la Pizza.
Esta vez las chicas de Whole Kitchen fueron buenas con la "vuelta al cole" y nos propusieron un plato facilito y muy rico, así que pude prepararlo un par de días antes de irnos de vacaciones.
Es un plato tan conocido que no creo que haga falta presentarlo ni contar su historia... Seguro que más de uno ya habréis preparado alguna vez una pizza en casa :). He de confesar que los ingredientes de esta pizza no estuvieron muy pensados jeje tenía que acabar de vaciar la nevera, así que cogí algunas sobras que durante la semana había ido reservando para prepararla. Es lo que más me gusta de este plato, puedes mezclar distintos sabores y siempre está buena!!!
Hacía tiempo que no preparábamos la masa en casa. Por pereza nos habíamos acostumbrado a las masas preparadas y la verdad es que cuando la volvimos a hacer recordé lo ricas que están las pizzas caseras. Probé un preparado de harina con levadura que dejó una masa buenísima, fina pero a la vez un poco esponjosa. Y al no llenarla con muchos ingredientes pesados, empezamos a comer... a comer... ¡y nos la acabamos en una sentada! jaja
Ingredientes para la masa
- 240 gr. del preparado para pizzas de harina con levadura
- 125 ml. de agua templada
- 3 cucharadas de aceite de oliva suave
- 1/2 cucharada pequeña de sal
- 1 pizca de azúcar
Ingredientes para el relleno
- Tomate frito de lata (también lo podéis preparar vosotros)
- 2 lonchas de pechuga de pavo
- Anchoas al gusto
- 1/2 cebolla mediana
- 1 trozo de pimiento verde
- 1 trozo de pimiento rojo
- 14 aceitunas negras sin hueso
- Mozzarella
- Orégano al gusto
- Aceite de oliva
Preparación
En un bol vierte la harina con levadura, la sal y el azúcar. Haz un hueco en el centro y añade el agua. Comienza a amasar un poco con una espátula o cuchara de madera y cuando empiece a formarse la masa, añade el aceite. Sigue amasando unos minutos más sobre una superficie lisa hasta que la masa sea homogénea y elástica, pero no pegajosa.
Coloca la masa de nuevo en el bol, tápala con un trapo y déjala reposar durante media hora más o menos en un lugar templado.
Pasado este tiempo, pon a precalentar el horno a 240 ºC y prepara la bandeja del horno con un papel para cocinar o engrásala con aceite para que no se pegue la masa.
Con la ayuda de un rodillo enharinado estírala hasta que quede con el grosor que más te guste, según quieras conseguir una masa fina o gruesa, aunque ten en cuenta que una vez se cueza en el horno la masa aumentará su tamaño. Cólocala sobre la bandeja del horno.
Si quieres puedes doblar un poco el borde para que quede un poco más grueso y los ingredientes no se escurran cuando metas la pizza en el horno.
Ahora ya solo queda preparar el relleno para tu pizza.
Cubre la masa con tomate frito (puede ser tanto de lata como uno preparado por ti). Corta el pavo y las verduras a tiras y colócalas sobre el tomate. Te recomiendo que en la primera capa siempre incluyas los ingredientes ya preparados como los embutidos, etc. y las verduras encima, ya que de esta manera permitirás que los embutidos no se queden muy secos y las verduras se cuezan bien si las tiras son finas.
Cubre la masa con tomate frito (puede ser tanto de lata como uno preparado por ti). Corta el pavo y las verduras a tiras y colócalas sobre el tomate. Te recomiendo que en la primera capa siempre incluyas los ingredientes ya preparados como los embutidos, etc. y las verduras encima, ya que de esta manera permitirás que los embutidos no se queden muy secos y las verduras se cuezan bien si las tiras son finas.








