¡Buenos días!
Ya hemos llegado al último fin de semana de mayo, así que toca mostraros la receta que nos hemos llevado a hurtadillas de la cocina de la última víctima del #asaltablogs.
Esta vez nos tocó un blog que ya conocía desde hace tiempo, El cajón desastre de Maggie, una química holandesa que se crió en Andalucía (o, como ella se define, holandaluza) y apasionada de la cocina desde bien pequeña. Si os gusta la cocina italiana, en el blog de Maggie vais a encontrar un montón de recetas, así como otros platos internacionales, ¡y tampoco se ha olvidado de los más tradicionales! Además, parece imparable y también participa en varios retos culinarios, así que ya os podréis imaginar la cantidad de recetas que hay en su blog.
Mi primera intención fue preparar alguna de sus recetas italianas, porque tiene un montón y todas parecen taaaaan ricas... pero mientras rebuscaba por su cocina di con estos appelflappen. Vi que era una típica receta navideña de Holanda, algo que al principio me tiró un poco para atrás y seguí buscando otra receta, pero no me los podía quitar de la cabeza porque la combinación de la manzana con canela me vuelve loca. Además, me hicieron recordar uno de mis primeros viajes fuera de España, que precisamente fue a Holanda, donde descubrí esa deliciosa mezcla, así que no vi mejor forma de homenajear a Maggie que disfrutar de estos dulces :).
Para prepararlos he mantenido las mismas cantidades. Únicamente he variado el tipo de manzana, porque nos gusta más, y el azúcar, que ahora tenemos en casa de tipo panela. Quizá haya quedado un poquito menos dulce que el original, pero a nosotros nos ha encantado. Y es que tras probarlos he de confesaros que me han parecido más ricos de lo que me imaginaba, tienen un sabor buenísimo tanto calientes como fríos, y lo mejor de todo es que llevan muy poquita azúcar y son muy fáciles de preparar. Ya estoy deseando repetirlos cuando haga una fría tarde de invierno, seguro que acompañados de un té bien calentito son divinos para entrar en calor.
Muchísimas gracias Maggie por abrirnos las puertas de tu cocina, nos ha encantado descubrir esta receta (y otras muchas).
Ya hemos llegado al último fin de semana de mayo, así que toca mostraros la receta que nos hemos llevado a hurtadillas de la cocina de la última víctima del #asaltablogs.
Esta vez nos tocó un blog que ya conocía desde hace tiempo, El cajón desastre de Maggie, una química holandesa que se crió en Andalucía (o, como ella se define, holandaluza) y apasionada de la cocina desde bien pequeña. Si os gusta la cocina italiana, en el blog de Maggie vais a encontrar un montón de recetas, así como otros platos internacionales, ¡y tampoco se ha olvidado de los más tradicionales! Además, parece imparable y también participa en varios retos culinarios, así que ya os podréis imaginar la cantidad de recetas que hay en su blog.
Mi primera intención fue preparar alguna de sus recetas italianas, porque tiene un montón y todas parecen taaaaan ricas... pero mientras rebuscaba por su cocina di con estos appelflappen. Vi que era una típica receta navideña de Holanda, algo que al principio me tiró un poco para atrás y seguí buscando otra receta, pero no me los podía quitar de la cabeza porque la combinación de la manzana con canela me vuelve loca. Además, me hicieron recordar uno de mis primeros viajes fuera de España, que precisamente fue a Holanda, donde descubrí esa deliciosa mezcla, así que no vi mejor forma de homenajear a Maggie que disfrutar de estos dulces :).
Para prepararlos he mantenido las mismas cantidades. Únicamente he variado el tipo de manzana, porque nos gusta más, y el azúcar, que ahora tenemos en casa de tipo panela. Quizá haya quedado un poquito menos dulce que el original, pero a nosotros nos ha encantado. Y es que tras probarlos he de confesaros que me han parecido más ricos de lo que me imaginaba, tienen un sabor buenísimo tanto calientes como fríos, y lo mejor de todo es que llevan muy poquita azúcar y son muy fáciles de preparar. Ya estoy deseando repetirlos cuando haga una fría tarde de invierno, seguro que acompañados de un té bien calentito son divinos para entrar en calor.
Muchísimas gracias Maggie por abrirnos las puertas de tu cocina, nos ha encantado descubrir esta receta (y otras muchas).