¡Buenos días! Ya hemos llegado al último asalto del año, pero este es tan especial y teníamos tantas ganas de perpetrarlo que lo hemos adelantado a este fin de semana jeje.
¿Y qué tiene de especial este asalta blogs de diciembre? Pues que hemos celebrado un amigo invisible entre los ladronzuelos más enganchados, robando a uno de nuestros compañeros mientras intentábamos adivinar quién entraba en nuestra cocina para robarnos a nosotros... ¡Y todo se desvela hoy, qué nervios!
Os podréis imaginar cómo han sido estos días de idas y venidas, miradas furtivas, cocinas desordenadas y mensajes escritos en cualquier lugar de la cueva para despistar... o no... jeje.
Mis víctimas han sido Manoli y Manuel, las dos personas que están detrás de las ricas recetas de Olor Andaluz. Ya conocía a este blog, así que sabía que me iba a costar decidir qué llevarme de su cocina... Durante las dos últimas semanas he entrado incontables veces, revolví todos sus armarios y cada día me iba decidida con una receta... hasta que miraba de reojo ¡y encontraba otra que me gustaba más!
Pasé de dulce a salado no sé cuantas veces y pese a que estaba decidida a hacer uno de sus ricos bizcochos (¡que tienen un montón!), de repente, en un rincón aparecieron estas albóndigas de bacalao que me encantaron. Además, comentaban que es una receta que no falta en las cocinas andaluzas durante la semana santa, así que me las llevé para probar algo de su tierra.
Y después de probarlas no me extraña que ellos las hagan varias veces al año. Son súper sencillas, están muy ricas y es otra manera de comer pescado, que al final siempre acabamos con lo mismo ¿verdad? Además, según el tamaño te sirven tanto de aperitivo como para arreglarte alguna comida acompañadas de una ensaladita. Y es que, como dices ellos, estas albóndigas van fenomenal hasta para llevárselas al trabajo o al campo ;).
Nosotros hemos mantenido la receta base aunque la hemos tuneado un poquito... Le hemos añadido unas semillas de amapola porque nos gusta el toque crujiente que le da y un poquito de miel, que nos encanta como queda con el bacalao y el azafrán. Por cierto ¡menudo color le da el azafrán!
Manoli y Manuel, ¡esperamos que os guste nuestra versión! Y muchas gracias por haber dejado la puerta de vuestra cocina abierta para que nos coláramos, nos ha encantado ;).
Y antes de pasar a por la receta... ¡felices fiestas a todos los asaltadores!
¿Y qué tiene de especial este asalta blogs de diciembre? Pues que hemos celebrado un amigo invisible entre los ladronzuelos más enganchados, robando a uno de nuestros compañeros mientras intentábamos adivinar quién entraba en nuestra cocina para robarnos a nosotros... ¡Y todo se desvela hoy, qué nervios!
Os podréis imaginar cómo han sido estos días de idas y venidas, miradas furtivas, cocinas desordenadas y mensajes escritos en cualquier lugar de la cueva para despistar... o no... jeje.
Mis víctimas han sido Manoli y Manuel, las dos personas que están detrás de las ricas recetas de Olor Andaluz. Ya conocía a este blog, así que sabía que me iba a costar decidir qué llevarme de su cocina... Durante las dos últimas semanas he entrado incontables veces, revolví todos sus armarios y cada día me iba decidida con una receta... hasta que miraba de reojo ¡y encontraba otra que me gustaba más!
Pasé de dulce a salado no sé cuantas veces y pese a que estaba decidida a hacer uno de sus ricos bizcochos (¡que tienen un montón!), de repente, en un rincón aparecieron estas albóndigas de bacalao que me encantaron. Además, comentaban que es una receta que no falta en las cocinas andaluzas durante la semana santa, así que me las llevé para probar algo de su tierra.
Y después de probarlas no me extraña que ellos las hagan varias veces al año. Son súper sencillas, están muy ricas y es otra manera de comer pescado, que al final siempre acabamos con lo mismo ¿verdad? Además, según el tamaño te sirven tanto de aperitivo como para arreglarte alguna comida acompañadas de una ensaladita. Y es que, como dices ellos, estas albóndigas van fenomenal hasta para llevárselas al trabajo o al campo ;).
Nosotros hemos mantenido la receta base aunque la hemos tuneado un poquito... Le hemos añadido unas semillas de amapola porque nos gusta el toque crujiente que le da y un poquito de miel, que nos encanta como queda con el bacalao y el azafrán. Por cierto ¡menudo color le da el azafrán!
Manoli y Manuel, ¡esperamos que os guste nuestra versión! Y muchas gracias por haber dejado la puerta de vuestra cocina abierta para que nos coláramos, nos ha encantado ;).
Y antes de pasar a por la receta... ¡felices fiestas a todos los asaltadores!